Desfiladero de la Yecla, Fuente azul de hortigüela y Desfiladero de Mataviejas

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Desfiladero de la Yecla, Fuente azul de hortigüela y Desfiladero de Mataviejas

Desfiladero de La Yecla

A escasos 10 minutos en coche desde Santo Domingo de Silos, encontramos el desfiladero de la Yecla, una muy estrecha y profunda garganta creada por la erosión del arroyo El Cauce. Esta garganta se puede atravesar de forma sencilla ya que son unos 650 metros de longitud y todo el recorrido está protegido por barandillas. Tened cuidado, niños y adultos, con los posibles coscorrones con los salientes de las rocas que nosotros nos llevamos un bonito recuerdo del paseo….

Se puede ir y volver por el mismo sitio o volver por la carretera. Si volvéis por la carretera, tened cuidado porque algún conductor va ensimismado mirando el vuelo de los buitres leonados que veréis muy muy cerquita al aparcar. Hay una colonia de unas 90 parejas y os aseguro que serán foco de vuestras cámaras durante un buen rato. Consejo: si, cuando llevéis 50 fotos no les habéis conseguido sacar con las alas abiertas, recoged y haced marcha porque pinta que podéis estar todo el día intentándolo.

Fuente Azul de Hortigüela

Una vez visitado el Desfiladero de la Yecla, partimos hasta la Fuente Azul de Hortiguela. Hacemos parada por el pueblo de Santo Domingo de Silos para dar una pequeña vuelta y algunas fotos. No pudimos entrar al Monasterio porque teníamos los tiempos planificados pero lo recomendamos enérgicamente. De hecho, la próxima vez habrá visita obligada a la abadía benedictina.

Nosotros accedimos a la fuente azul recorriendo un corto camino desde la carretera BU-905. Adjuntamos foto del pequeño parquing donde dejamos el coche, para que os sirva de referencia de donde empieza la ruta.
Con un pequeño paseo de aproximadamente 30 minutos llegaréis al paraíso natural de la Fuente Azul, lugar ideal para pegarse un chapuzón y parar a comer.

Nosotros nos pasamos un buen rato buscando todas las perspectivas posibles para hacer fotos. Como veréis en las fotos, podéis practicar varios deportes; natación sincronizada, salto con trampolín, escalada amateur y no nos olvidemos de la espeleología ya que vimos gente metiéndose en la cueva por una entrada y saliendo por otra distintinta. Si queréis intentarlo, tened mucho cuidado y pedid que os enseñe alguien que sea de la zona y ya lo haya hecho.
Después de bañarnos como si no hubiera mañana, recogimos todo bien y nos dirigimos de nuevo al coche para hacer la ruta del Desfiladero de Mataviejas.

Desfiladero de Mataviejas

Antes de nada, deciros que el nombre viene dado de una antigua leyenda que  tiene como principal protagonista al Cid campeador, no porque tengan oscuras tradiciones en la comarca.

Es una ruta sencilla de unos 6 km. Nosotros hicimos la ida y la vuelta por el mismo sitio pero hay gente que, una vez llegado al pueblo de Castroceniza, suben por los páramos para llegar de nuevo a Ura y hacer una ruta circular.

Nos adentramos en la garganta desde Ura. Iremos acompañados gran parte del trayecto por el río Mataviejas que marcará el camino a seguir. Buenas sabinas y encinas nos proporcionan sombra acogedora si el sol pega fuerte. Este camino será las delicias de los amantes de la ornitología puesto que nos encontraremos gran cantidad de especies de aves de entre los que destacan los buitres leonados y los alimoches.

Cuando llevemos un ratito andando llegaremos al árbol del ahorcado… perdón, del bañado. Se trata de un árbol con una soga que será el entretenimiento de los pequeños del grupo, bueno, y de los mayores también. Un pequeño alto en el camino para sentarse y mojarse los pies o pegarse un bañito para quitarse un poquito el calor, si hemos decidido hacer la ruta en verano.

A lo lejos pero a la vez cerca, podremos ver la iglesia de Nuestra Señora de Castroceniza que, para nosotros, será la mitad del camino porque, como ya hemos dicho, volveremos por el mismo sitio. Nosotros nos dimos una vuelta por el pueblo y tuvimos la suerte de conocer a gente muy simpática de la zona que no dudaron en ofrecernos un cacho de queso que aceptamos gustosos.

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