Datos de la ruta ...
Dificultad: Sencilla
Distancia: 10,5 Km (ida y vuelta)
Recorrido: En lazo (ida y vuelta)
Época recomendada: Todo el año
Apta para niños: Sí
Ruta señalizada: Sí
El Valle de Tosande pertenece al Parque Natural de Fuentes Carrionas y Fuente Cobre, de la Montaña Palentina.
Mucha gente de la zona nos había recomendado esta ruta por su riqueza botánica: durante el recorrido pasaremos por encinares, robledales y hayedos hasta llegar a una de las tejedas más importantes de Península Ibérica: la Tejeda de Tosande que destaca tanto por la concentración como por la longevidad de sus tejos, un árbol cada vez más escaso. Los bosques de tejo son comunidades de gran rareza y en esta tejeda existen cerca de 800 ejemplares (algunos milenarios) que alcanzan el metro o metro y medio de diámetro y los 15m de altura.
En coche, deberemos llegar hasta la carretera que une Cervera de Pisuerga con Guardo y, en el km 2.2, veremos, a mano derecha, el parking donde podremos dejar el coche y desde el que sale la pista. Deberemos atravesar un pequeño jardín que hay junto al aparcamiento para comenzar la ruta. En este jardín podréis encontrar carteles informativos sobre la flora y fauna de la senda.
Desde allí, iniciamos el camino, pasando, por debajo, el puente del ferrocarril y accediendo a una pista de uso agrícola – ganadero, donde será fácil que encontremos ganado pastando.
Llegará un momento en el que el valle se abre, dejando ante nuestros ojos un bonito paisaje. En este punto, deberemos seguir la señalización hacia la Tejeda, girar a la izquierda camino a un hayedo que veremos en una ladera, denominada Ladera de Peña Orocada.
Esta parte del trayecto nos gustó mucho, casi más que la tejeda porque parece que estás en un cuento de hadas (si las hayas tienen hojas). En invierno la sensación debe de ser distinta porque los árboles están desnudos, pero de esta forma a través de los troncos se visualiza la tejeda y también debe de ser muy bonito. Es cuesta arriba… ¡ánimo!
Se van viendo ejemplares de Tejo sueltos, sobre todo en la parte más alta.
Y, finalmente, llegamos a la Tejeda de Tosande. Veremos un cartel que nos indica el breve recorrido semi-circular a través de la misma y la petición de que no nos salgamos del camino establecido para favorecer la conservación de la especie, que tiene una muy baja tasa reproductiva.
El tejo es uno de los árboles perennes más antiguos (ya abundaba en el Jurásico) y era sagrado para los celtas. Hay numerosas leyendas e historias mitológicas alrededor del tejo, pero lo que más curioso nos ha parecido es que es muy tóxico, por no decir venenoso; tanto es así, que en el asedio romano a Numacia, los defensores numantinos, al verse acorralados por el enemigo, decidieron suicidarse colectivamente tomándose una infusión de tejo.
Tras finalizar el recorrido, llegamos a un mirador desde el que se pueden ver cumbres como Peña Celada, el Pico de las Cruces y la cumbre de Peña Redonda.
Desde aquí, el camino ya es en bajada, a través de un bosque de hayas. Llegará un punto en el que tendremos que cruzar el puente que vimos a la ida y, a partir de este punto, el camino ya nos sonará.
La senda a la cascada de MAZOBRE es preciosa pero no lo seria tanto si no subimos al refugio eso es espetacular la soledad grandiosa que nos rodea no se olvida facilmente